Así se plantea la historia de un grupo de amigos, todos diferentes, todos unidos, que pasan sus días más felices en el mismo barrio, como parábola del encuentro entre culturas y vivencias. El pequeño gatito Murrún no está solo en el barrio: entre cubos de basura y tendales juega todos los días con sus tres amigos, Micifuz, Miyino y Florencio.

Son todo un caso: cada uno viene de un lugar diferente pero todos tienen algo nuevo que mostrarle. Miyino, que se crió en una casa le enseña las maneras del hogar. Micifut, el que vive en la calle, le muestra los mejores tejados dónde cantar y dónde resguardarse en el callejón, cuando hace frío. Entre juegos y cuentos va creciendo, mientras aprende, de cada uno de ellos, una nueva cosa cada día. Florencio es especial, pues pese a su extraño acento y sus maneras estrafalarias siempre tiene cuentos nuevos de su país de origen en África,

nuevas cartas que leer de su familia, que ayudan a viajar en sueños a Murrún y recetas de nuevas comidas con que apasionar su paladar y el de glotón Miyino. ¡Son tantas las cosas nuevas por descubrir!. Cuando llega la noche y todos se retiran, Murrún no se siente solo, porque recibe la visita de un tierno y misterioso amigo, muy diferente a sus otros compañeros gatos, con el que comparte sueños y se acurruca para dormir juntos y calentitos. Aunque es un amigo secreto, al final de la historia todos se conocerán.